El
viernes a las 16:30h una pequeña representación de afición cartagenera nos
desplazamos a Valencia con las ganas de vivir un fin de semana futbolero y
mostrar a los demás nuestros colores.
Cuando
leí la información publicada en el blog de la FPFCC, pude hacerme una pequeña
idea sobre lo que consistía el congreso, pero tras vivenciarlo, uno se da
cuenta de que ese tríptico informativo no reflejaba lo que iba a vivir.
Un
fin de semana donde todos coincidimos en que lo bonito de este deporte cobra
más importancia con sus aficiones.
Entendí
que la relación club-ayuntamiento-afición es muy importante, pero más
importante es, que primero esa afición esté unida.
Procedentes
de diferentes clubes y lugares pero unidos por una pasión, pudimos intercambiar
con aficionados anécdotas, viajes, momentos…y aprender de otras formas de
trabajo en los diferentes equipos.
Gritar
¡Viva Cartagena! Y que gente de toda España te siga con un ¡viva!, o coree
contigo EFESÉ, es un sentimiento que no se puede contar con palabras.
Fue
una experiencia increíble poder compartir este congreso con 6 grandes
aficionados. Y aunque fuimos de las federaciones de peñas con menos
representación, allí todo el mundo se dio cuenta de que había cartageneros.
Orgullo
es la palabra que mejor define esta experiencia.
Orgullo
de explicar una y otra vez por qué gritamos EFESÉ.
Orgullo
de escuchar “Qué teatro más bonito tenéis”.
Orgullo
de sentir que las aficiones nos respetan.
Orgullo
de ser de Cartagena y del EFESÉ.
He
de decir que sentí envidia de la delegación de peñas del Levante. Una
federación formada por 72 peñas y un voluntariado con más de 30 jóvenes que colaboran
con su club cada partido. Cuentan con una sede donde tienen lugar sus reuniones
y guardan sus archivos, recuerdos y momentos futboleros.
No
olvido que sus medios no son los nuestros, pues sé dónde están ellos y dónde
estamos nosotros, pero una vuelve la vista atrás y se acuerda de que hace solo
4 años, el Levante estaba jugando contra nosotros.